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1x2 Bike Race Crónica de un desafío por parejas
No sabía qué me iba a enfrentar a este desafío hasta el momento en el que mi compañero sentimental me lo propone, ya que por causas de reglamento no puede participar con su compañero de batallas. La proposición se realiza a la hora de dormir, ya con medio ojo cerrado me dice: -¿Quieres hacer la 1x2 Bike Race conmigo?....Yo no suelto palabra hasta que me inclino y le digo: -estás loco. Pero me pongo a pensar, y sale de mi boca: -Vale, me apunto contigo. Mi mayor locura, mi respuesta más chiflada, pero di el paso.
No le di mucha importancia, hasta que llega el día de la recogida de dorsales. Sábado 4 de marzo, nos dirigimos hacia Ravelo, para recoger la bolsa del corredor, ahí fue cuando me di cuenta que ya no había marcha atrás, que esto va enserio y voy a realizar una prueba ciclista con mi pareja. Salimos con un numero bonito 607, sobre todo porque acaba en siete, mi numero preferido. No sé porque, pero noto que el cuerpo empieza a tambalear, unos nervios sin venir a cuenta. Toca preparar las cosas para el día siguiente estar listos y que no nos falte nada, parecía una niña revisando que estaba todo en la maleta y no faltara nada. Hora de irse a dormir, el compi duerme y mis ojos abiertos mirando al techo y dándole vueltas a lo que se aproximaba, pensando en esas subidas, en esas bajadas, en controlar las piedras,... miles de cosas pasaron por mi cabeza, no pude dormir bien.
7:00 am suena el despertador, miro a mi derecha y lo veo a él, y le digo: -No tengo ganas de levantarme… Se levanta, se prepara y yo aun pensando. Vaya comedura de cabeza. Me levanto, me preparo, colocamos las cosas en el coche y salimos rumbo Ravelo, lugar donde se realiza la prueba. Llegando vemos muchos coches, poco aparcamiento, mucha gente, mucha bici, y todos con ganas. Esta nublado y hace frio, vaya parece que va a llover. Con chubasquero y montada en la bici, vamos al reconocimiento de firmas, y es cuando si o si, ya no puedo dar marcha atrás, hay que seguir adelante. Nos colocamos en el montullo de gente, con frío y casi cayendo gotitas, mi cuerpo empieza a temblar, se me acumulan unos nervios que llegan al estómago. Una salida que se alarga, solo se oye por el altavoz: -primero salen no federados, féminas y mixtos de la larga. Al buen rato y después de desaparecer los nervios se oye otra vez: -Prepárense, salimos todos juntos. Madre mía, una locura, muchos bikers queriendo salir los primeros, no conocía los kilómetros neutralizados, y vaya paliza, esa curva escarpada hacia derecha, como la odie. Bueno una vez arriba respire, y pude serenarme.
10:00 toma la salida los bikers de la modalidad larga, un verdadero espectáculo, miles de ciclistas apelotonados subiendo, incluso caminando del gran tapón que se ocasiono. Sin previo aviso, nos dice que le sigamos sin más, donde me encuentro con otro pelotón que me hace bajarme de la bici y subir caminando, yo sin ninguna prisa, pues me estaba agobiando.
Paralelo a mi compañero, nos disponemos a coger la primera pista, verdaderamente veo que se aleja, pero yo quiero seguir mi ritmo para no cansarme desde tan rápido. En el primer cruce, me encuentro con un montón de gente, animándome, que aunque no se vea ayuda mucho esos ánimos. Ahora es cuando realmente no veo a mi compañero, pero por mucho que apreté no le veo el culo, pero siempre está ahí esperando en cualquier esquina y diciéndome: -Venga aprieta más que tú puedes. Y yo apretando dientes para no soltarle ninguna burrada, tenía que seguir hacia delante y conseguir llegar al final. En esa curva del Rayo, un poquito de mí se animó, al oír escuchar mi nombre y darme cuenta que otro gran compañero estaba ahí animando y capturando mi fatalidad, aunque sonreí para salir bien. Mi mayor miedo se llama “Rincón”, cuando enfoco dicha pista, el cuerpo se me afloja de tal manera que las piernas no dan ni el máximo ni el mínimo, no me conozco, sabía que la podía subir, pero la mente pudo más que el cuerpo, y poco a poco con pedaleo suave conseguí llegar arriba, y encontrarme con mi compañero diciendo: -Venga vamos-, y ahí me di cuenta que esto no era para mí.
En ese momento sentí desilusión, una desgana, que incluso tenía ganas de tirar la toalla. Pero tenía que poner buena cara y seguir, no quedaba otra, tenía que conseguirlo. Mi cara cambia cuando por sorpresa, y casi a escondidas me veo al presi del equipo, con unas gafas de carnaval en la cabeza y animando en todo momento, vaya sorpresa. Más sorpresas inesperadas, esa última subida del Risco Negro, veo que al final hay espectadores, y dicen: -¿es Jésica? Si es ella, vamos tu puedes. Realmente esos ánimos ayudan muchísimo, viniendo de quien sea, conocidos o desconocidos, apoyos en los momentos duros hacen que sean menos duros. Me sale una sonrisa de oreja a oreja, y aun mi pareja perdida hacia delante, el a lo suyo y yo a lo mío, a disfrutar. Con muchos ánimos, toca bajar, bajadas con bastante irregularidad, para mí que soy un poco torpe. Noto que mis brazos tiemblan a lo máximo llegando a sentir molestia. ODIO A MUERTE LAS BAJAS CON PIEDRAS SUELTAS. Cuando veo que se acaba las irregularidades, me vengo arriba sin sentido, pero ya había pasado lo peor. No sabía lo que venía ahora, había oído hablar del sendero, pero no lo había visto nunca, y los senderos y yo nos llevamos un poco regular. Empecé hasta el momento en el que me encuentro con piedras y me pongo nerviosa y le digo a mí compi: -para me bajo, esto no va conmigo. Bajo todo el sendero caminando le cogí respeto y más cuando llego a la zona babosa y siento detrás mio decir: -CUIDADO VAMOS. No me queda de otra que quitarme, así varias veces. No me gusta estorbar a la gente, y decido caminar pegada por la esquina, en lo que piso mal resbalo y caí, intentando no caer, suena raro pero casi lo intento, pero noto dolor en el tobillo. No puedo ser, seguro que queda poco y ahora me vengo a lesionar. Me encuentro a los de AEA, que enseguida me preguntan que si estoy bien, y les respondo que molestia pero que tenía que llegar. Mi gran pregunta fue: ¿Cuánto queda? A lo que responde: -Nada ahí está la carretera. Me subo a la bici, me encuentro a mi compañero esperando y con molestia me dirijo a meta. Donde antes de llegar, te ves a una multitud de espectadores, aplaudiéndote y animándote, y seguidamente otro mini sendero que termina en mini subida, donde veías el arco, el arco de META. Que gran ilusión, además de ver a familiares, llegar a lado de un compañero, compañero sentimental, que estuvo en todo momento metiéndome presión para que llegara y gracias a esas presiones, LO CONSEGUÍ.
Después de haber sufrido, puedo decir que no me arrepiento de la locura que hice, posiblemente repetiría otra vez. Tener a alguien al lado tuyo, que aunque te recrimine que puedes dar más, siga ahí al lado animándote, apoyándote, que se quite el sufrimiento, los malestares, los bajones, porque gracias esa persona consigo cosas que ni yo creo que pueda conseguir.
GRACIAS POR SER MI COMPAÑERO
Comentarios
Felicidades Jesica y Ayose,
Felicidades Jesica y Ayose, ese es el espíritu de PlatoChico, superarse, quitarse miedos y cumplir metas. Me alegra de que formeís parte de este grupo. Un abarazo
Efecto Pigmalión
Una crónica bonita que me ha recordado a este principio de la Psicología y la Pedagogía; es el claro ejemplo... Me viene a la cabeza un anuncio que, a pesar de que lo hace una compañía de seguros, es ilustrador.
Os dejo el enlace, seguro que lo recordais https://www.youtube.com/watch?v=XwMWSUJKHYQ
Enhorabuena a los dos!
Muy bueno, y tiene toda la
Muy bueno, y tiene toda la razón.
Felicidades Jesica
Qué suerte de disfrutar afición y sufrimiento con tu pareja. Enhorabuena por el reto conseguido, que aunque lo hayas pasado mal, estoy seguro que ya están pensando en tu siguiente reto. Esta vez sorprende a tu pareja diciéndole que os vais a la Madrid-Lisboa non-stop. Jejeje!!!