¡Reto conseguido, soy un abafinisher !

Nos reunimos (Plato Chico) en Las Calderetas para ir hasta la zona de la Sebe. Yendo hacia el punto de partida me notaba las piernas un poco cansadas, el sábado había salido en plan tranquilo hasta Igueste de San Andrés y a pesar de llevar 5 días sin tocar la bici, me encontré bien y el catarro no me molestó; por eso decidí ir muy suave para  evitar tener calambres en la rampa de subida de cemento.

Una vez en el punto de partida nos organizan para que los PROS se pongan delante y la “plebe” se quede detrás. Mientras esperamos a que la gente de 50 Km  hagan la salida me voy haciendo a la idea de ir tranquilo, sin dejarme llevar por el ímpetu e intentar hacer la tontería de “ venga a por el de delante, que lo pillo”. En la rampa de cemento, soy de los últimos para no entorpecer a los demás, se me cae el bidón del agua y tengo que parar a buscarlo..... MALDITA SEA.... Empezamos bien, justo en una de las rampas más fuertes. Según miro en Google Earth ese repecho de cemento tiene porcentajes del 20%....

Sigo adelante como puedo y cuando ya voy en dirección a la pista del Rincón veo a un participante arrimado a la derecha con la bici boca abajo y trabajando en ella,  paro y le pregunto si necesita ayuda, me dice que ha roto la cadena y la está intentando reparar pero sin el material adecuado. Lo intento ayudar con el tronchacadenas de Carlos Vargas, pero ya no hubo forma, estaba totalmente rota. Se tuvo que dar media vuelta  y me dice que era de los primeros y yo pensando: pues ha pasado un montón de gente y nadie parece haberle ayudado. Me acabo de dar cuenta que estoy metido en una carrera ¡TIERRA TRAGAME.......! soy el ULTIMO, ULTIMO, no se ve a nadie  y el 4x4 de la organización pegadito a mí.....

La subida al Rincón sin prisas pero sin pausas, poquito a poco iba pillando a gente y eso me animaba. ¡Tan mal no estaba!.  Luego la parte que más temía, el camino de los canarios (creo que se llama así). Yo ya lo había investigado y si había que hacerlo por donde YO suponía que íbamos a pasar, habría que echar pie a tierra porque era imposible bajarlo encima de la bici. Al final se hizo por otro lado y la verdad es que al principio molaba un montón, pues ibas metido en zona de bosque y luego dado el estado del terreno, se iba convirtiendo en un sendero lleno de polvo.La sensación era que de tanta  gente que pasó se fue formando en el centro del sendero  una acumulación de tierra en polvo que era como ir sobre la arena de la playa.

La segunda SORPRESA del día fue ver a lo lejos,  en una zona en recta y en  bajada,  donde se adivinaba una curva a derecha, a 1 participante agachado haciendo no se qué...cuando me paré a ver  habia a un corredor HUNDIDO en unas zarzas.... Entre los 2 conseguimos sacarle de semejante “cama” verde..... Parece que no tuvo mayores problemas en seguir. Me extrañó no verlo fuera de combate tal y como yo lo vi metido en mitad de esas zarzas........

Seguimos y vamos en dirección hacia la zona que pasa alrededor de las Calderetas. Sigo encontrando a gente y con mi ritmo por ahora mi cuerpo me dice que va bien.....Ya en la Cruz de Fune me queda poco para hacer “la otra mitad” del recorrido. Aquí  coincidí con Francis, de la tienda de Tri-ciclos,  y nos pusimos a hablar un poco........ Así se hace más llevadero......

En el cruce de la pista del Rayo oigo el cencerro..... ¡Ya sé dónde esta el equipo de avituallamiento! y como iba con buenas sensaciones hasta me di el gusto de poner el plato “grande” y darle fuerza a la bici. Sigo hasta la Plaza de la Paz y luego  tomamos por Covachos. Allí decido parar en la carpa de la organización a tomar agua y  echarme algo de comer ,  aproveché para meterme unas cuantas palmeritas y unos trocitos de gofio. Para rematar un plátano.

NOTA para el próximo año: no llevar tantas cosas en la mochila.

En el cruce de la pista del Rincón nos encontramos a la gente de 50 Km que también iniciaban la bajada. Llegamos a la famosa bajada al pueblo de la Victoria. Un sendero estrecho y sinuoso en algunas zonas, me parecía imposible que se pudiera bajar encima de la bici pero por lo que me dijeron la gente lo hacía. El esfuerzo de ese sendero sinuoso y estrecho provocó que apareciesen los calambres en las piernas.

Sabía por el recorrido de investigación de hace 2 semanas que había una rampa de asfalto brutal en subida, antes de llegar a la Victoria. En esa rampa sí que eché pestes y juramentos.No llega a 400 metros y el desnivel promedio es de sólo 15% pero maldita la gracia que hace a las piernas. Me hizo gracia que uno de los que iba caminando me adelantase mientras yo iba intentando no echar pie a tierra. Le dije: “no me habían dicho que se iba más deprisa empujando la bici que encima de ella”.........

Y luego por fin la bajada a la Victoria, pero eso sí, con una rectas y unos frenazos brutales para no irte contra las casas. Y es que en la Victoria NO hay calles planas.....Más de una vez tuve la sensación de que si la bici no frenaba iba a entrar hasta la cocina de alguna vivienda.........

Y sí...... finalmente llegué a la meta. Con algunos calambres pero contento y feliz.

El próximo año repito.... Si es que somos masoquistas...El que lo niegue es que no es un biker.....

Enhorabuena a la Organización, a los que se lo curraron para estar pendientes de los corredores en todo momento, a todos los colabores que hicieron posible el que salga adelante la carrera, al super equipo de avituallamiento, a todos los componentes de Plato Chico y a mi sufrida mujer por aguantar las salidas que organizo los fines de semana...

Primera participación en estado catarrónico ( de catarro, que no catatónico) y que creía que lo iba a llevar peor, pues estar casi 2 semanas con tos y los últimos 4 días casi sin pegar ojo por culpa de los accesos de tos (daba igual que fuese a la 01:00, que a las 03:30, que a las 4:45 (el catarro es así, muy suyo) ... casi me hicieron abandonar, pero al final decidí liarme la manta a la cabeza y venga: p'al monte..... Como las cabras.