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Inicio » Crónica Viaje Bolivia-Chile en bicicleta

La llegada

T4 MadridTras un periplo que pareció interminable, pero suavizado por el viaje en compañía, aterrizamos en La Paz el mediodía del 29 de septiembre. Ya desde el aire se podía apreciar que no estabas en un lugar común, que aquello era diferente, y francamente impactante. Bolivia es el país más pobre de Sudamérica y de alguna forma te compones en la cabeza imágenes o sensaciones de lo que vas a ver, pero al final la realidad es la que es. Ya conocía México y otros países con poblaciones deprimidas y humildes, pero verdaderamente lo poco que vimos de la capital boliviana te deja un poco en shock. Probablemente no esté siendo del todo justo con la ciudad, pero ateniéndome a lo visceral, lo primero que me vino a la cabeza al ver sus calles fue extrañeza por no advertir la presencia de cascos azules de la ONU o sus helicópteros sobrevolando la población. Desde el aeropuerto, según bajas del avión, se respira la humildad del sitio. Las propias instalaciones, los funcionarios (muy correctos aunque algo inquietantes) y hasta el arco de seguridad que tienes que activar tú mismo con un botón, te lo remarca.
 
Las bicis llegaron sin problema y, tras cierto nerviosismo alimentado por la atmósfera del recinto y un amago de revisión de equipaje que quedó en nada, salimos con la frente perlada del aeropuerto. Sobrevolaba el fantasma de los comentarios de la gente y de alguna eventualidad en forma de corrupción institucional.
 
Tomamos un taxi (olvida el concepto de taxi que tengas en la cabeza) hacia la estación central de guaguas con todo el aparataje y nos adentramos en la “autopista” El Alto-La Paz a 4.000 mts de altitud. Las referencias de los foros hablan en especial de El Alto, el populoso barrio por encima de La Paz, como una zona negra en cuanto a delincuencia, así que en esa zona, permanecer tiempo de más, lo justito.
 
La Paz se presenta como un enjambre gigantesco de casas de ladrillo muy pobres, se aprecia en el centro del valle una zona más urbana y grande, pero el 90% de la capital tiene la presencia de arrabal descuidado y rústico, probablemente fruto de una alta migración campesina que deposita sus esperanzas en la vida capitalina como respuesta a unas condiciones de vida, si no miserables, al menos muy duras. La televisión o las fotos lo aguantan todo, verlo con tus ojos es muy diferente.
 
Bolivia - Chile en bicicletaRecorrimos atónitos el caótico tramo de autopista hasta llegar a la estación central, cruzando los dedos para llegar enteros, pero ésta no mejoró la impresión general de la estampa que se desplegaba ante nosotros. Siendo algo cruel, parece que el cuerpo te pida a gritos abandonar aquel lugar a escape.
 
Había leído sobre La Paz, su estación, las compañías de transporte y demás, así que me sonó una compañía, 6 de Agosto, por la que nos decantamos para desplazarnos a Oruro de inmediato. Los precios, como en todo el país, son muy bajos, así que tras cambiar dinero, hacernos con el billete y curiosear por la destartalada estación (ideada por nada menos que el archiconocido Gustave Eiffel, el de la torre) tirando las primeras fotos, salimos rumbo Oruro donde llegaríamos a la tarde noche.