Siguiendo con la costumbre de intentar darnos una escapada anual, este año, por múltiples motivos, entre ellos haberla barajado ya muchas veces, nos decidimos por hacer la Pedales de Lava que se desarrolla en Lanzarote, una ruta por etapas bastante conocida y una de las estrellas del grupo Pedales del Mundo.

Richard, José, Javi y yo lo dispusimos todo para realizar el recorrido habitual, teniendo conocimiento con una semana escasa de antelación de que se encontraba en pruebas la Pedales de Lava Plus, un recorrido alternativo de mayor distancia y dureza, llegando a un acumulado de 6.000 mts (quien dijo que en Lanzarote no se sube...). El principal problema es que esta ruta está prevista para ser realizada en 5 días, excluyendo además La Graciosa, y nosotros lo teníamos todo programado para 4 incluyendo además dicha Isla, así que intentamos llevar a cabo el recorrido de la Plus en la medida en que el tiempo y las piernas lo permitieran.

Tras un día de toma de contacto en Puerto del Carmen, partimos el domingo 5 para realizar el recorrido desde dicha localidad hasta Órzola. Empezó la jornada con problemas técnicos del gps (realmente del que lo manejaba...yo) que pudimos capear con el consiguiente cabreo. La ruta discurrió tranquila en la primera parte, subiendo hasta la zona de San Bartolomé, donde se nos unió Sebas, y cogiendo grandes zonas de llaneo. Pronto advertimos que el trazado era "alternativo" en algunas zonas y que de poco valía seguirse a veces por los posibles senderos o pasos que parecían más lógicos. Transitábamos la zona central de la Isla hasta que bajamos de nuevo a la costa para comenzar una larga zona volcánica con tramos muy divertidos aunque bastante duros por el terreno. Un mal cálculo nos dejó sin agua durante casi 20 km y finalmente tuvimos que salirnos del trazado buscando desesperadamente comida y agua, tras lo cual retomamos el recorrido por la costa para acometer la última parte de la jornada, la subida de una presa que culmina en la parte más alta de la Isla y que tenía unas rampas muy respetables sobre todo en los primeros kilómetros. A partir de ahí una zona de bajada muy divertida pasando por varias poblaciones hasta culminar la bajada a Órzola, llegando con una hora de margen para tomar el último barco a La Graciosa. En total algo más de 90 km con 1.900 de acumulado.

El siguiente día fué un auténtico homenaje al disfrute: el recorrido de la Isla solo da para 31 km con unos 330 de acumulados que se hace en muy poquito tiempo y que da para ir recreándose en todos y cada uno de los maravillosos rincones que ofrece esta auténtica joyita. En caso de realizar una ruta similar hay que tener en cuenta que este destino es una etapa imperdible. La tarde nos trajo la buena noticia de la visita de Sebas y Roca en Zodiac, haciéndonos pasar una tarde realmente memorable en una cala paradisíaca (GRACIAS!!!). Entre playa, relax y comidas copiosas se fué el día y al siguiente tocaba madrugón...

Cogimos el primer barco que salía para comenzar con el auténtico hueso de la ruta proyectada: Órzola-Yaiza, uniendo casi en su totalidad dos etapas de la Plus en una. Antes de que el sol empezara a hacer de las suyas nos desayunamos con un gran subidón desde la costa hasta el Mirador del Río, donde nos recreamos con las vistas y proseguimos por toda la zona alta cubriendo distancia muy poco a poco, debiendo bajarnos de la bici con relativa frecuencia y haciendo auténticos esfuerzos por seguir el track en algunos tramos. Se trataba de una zona muy técnica que finalmente culminó llegando a Teguise, donde refrigeramos sin relajarnos mucho porque quedaba un mundo. El sol pegaba y quedaba una zona muy técnica de bajada hasta Famara con zonas bastante peligrosas y teniendo que exprimir la mucha o poca técnica con la que contamos. Tras sopesar la cuestión horaria brevemente nos dimos un avituallamiento balsámico en La Santa y seguimos por una de las partes más agrestes de la Isla, remontando por zona volcánica hasta Tinajo y de ahí partiendo para la ya conocida para nosotros, zona de Timanfaya. Las piernas ya iban casi solas y la dura parte del Parque Nacional se cubrió mejor de lo que esperábamos. Nos esperaban al final Sebas y Víctor que vinieron para dar ánimos, y cubrimos la última parte hasta Yaiza con el placer de la tarea cumplida. Casi 102 km y 2300 mts acumulados nos contemplaban.

Los compañeros conejeros nos agasajaron como es debido y tras una cena apropiada nos retiramos acordando que por cuestiones de logística con el avión, la última jornada la haríamos por el recorrido habitual y no por el Plus, que es el que habíamos seguido hasta ahora.

A la mañana siguiente nos pertrechamos con algo más de calma acumulando alguna hora más de sueño, y salimos hacia la zona de costa que nos llevaría hasta Playa Blanca. El terreno aquí es realmente mortificante, idóneo para una doble, con la cual no contábamos ninguno, y que al poco tiempo nos pasó la correspondiente factura mecánica: Javi perdió la tapa de la biela y tuvimos que ir comprobando a cada tramo que contaba con el apriete adecuado. Lo que en teoría era una zona para cubrir rápido se nos hizo bastante pesada, la aridez del terreno no parecía tener fin y la mecánica nos tenía en vilo. Tras llegara a Playa Blanca y conseguir a un mecánico, tuvimos que tomar la decisión menos apetecible pero más necesaria de continuar por carretera y evitarnos la barrancosa zona de Los Ajaches: el arreglo no duró mucho y no contábamos con las suficientes garantías horarias. Así que enfilamos carretera comiendo mucho viento y teniendo que remontar el duro puerto de ascenso a Femés, tras lo cual quedaba principalmente zona de llaneo y bajada, pudiendo llegar con tiempo suficiente para cambiarnos empaquetar y volver a casa tras una jornada de 60 km y 700 mts de acumulado.

Experiencia altamente recomendable, es preferible ir con tiempo y disfrutar debidamente de una Isla que tiene mucho que ofrecer a la bici, así que no hay que descartar un regreso no muy lejano...

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Ernesto, Club Ciclista PlatoChico.