Un día como otro cualquiera de ruta con Magaly, Juanmi, José Luis, Lidia, que regresaba después de un mes sin coger la bici, y yo (Domingo, el que escribe estas líneas),  ruta sencilla desde el Parque Marítimo hasta Igueste. De regreso, tomando unas cervezas en San Andrés, hablamos de que podíamos hacer al día  siguiente, de repente se me ocurrió proponer la ruta nocturna. Fue casi unánime, todos teníamos muchas ganas de hacerla, el único que se rajó fue José Luís, decía  que se tenía que acostar temprano. Magaly y Juanmi se prestaron a llevar la caravana y hacer allí una cenita, ofrecieron llevar el jamón y lomo de Guijuelo, Lidia dijo de llevar una tortilla y yo me comprometí con el vino. Así nació esta ruta .

 Al día siguiente, como acordamos, a las 19:00 en Las Lagunetas, la idea de estas rutas es salir antes de que anochezca para así poder contemplar el atardecer y la puesta de sol desde algún lugar que nos permita contemplar esa maravilla de la naturaleza.

Bajamos por Risco Negro hasta el Rincón para enfilar Las Torrillas, en esta pista nos pilló la puesta de sol, no llegamos a un mirador que teníamos pensado pero unos kilómetros más adelante, y con el sol que llevaba un rato por debajo del horizonte nos ofreció unos colores azules, naranjas y rojizos absolutamente espectaculares, con la suerte que detrás, en el horizonte se vislumbraba las dos petas de la isa de La Palma. La mejores fotos sin duda fueron esas, un placer para los ojos.

Seguimos subiendo por la pista roja hasta el km 24, yo con el móvil intentaba hacer fotos y vídeos en movimiento, las luces y sombras producen un encanto especial mientras pedaleas. Los ruidos son diferentes, los animales que oyes no son los mimos que hay de día. La temperatura era ideal para la ruta, sobre todo para hacer este tipo de actividades, en verano, huyes del calor de la mañana y disfrutas del frescor y la magia de la noche. Una vez en el km 24, bajamos por carretera hasta Las Lagunetas, dejamos las preciosas vistas de la vertiente Sur para otra ocasión y el culo de Lidia lo agradeció.

Dimos cuenta a una buena cena y estuvimos de charla largo tiempo, es lo que pasa cuando lo pasas bien y disfrutas de la compañía.

Espero que podamos repetirla otro fin de semana para que venga más gente del Grupo y poder ver las bonitas vistas del Sur de la Isla.

Nos vemos pedaleando, quien sabe, a lo mejor de noche,

Domingo.