Y van 10 ediciones en los últimos 11 años. El año pasado se suspendió por lo mismo que éste casi se suspende, monte cerrado ante el riesgo de incendios por las altas temperaturas. Nuestro Presidente tomó una decisión que nos sorprendió a todos y que al final supondría una experiencia diferente. Iríamos a Santiago del Teide, sí o sí, por carretera, costeando por las carreteras de servicios paralelas a la autopista y luego por la carretera general del norte en dirección a Garachico, para desde allí subir a Santiago del Teide, de 0 a 1.117 metros de altitud.

La ida, sábado 26 de agosto

El punto de encuentro fue la antigua Estación de Guaguas (autobuses si no eres de Canarias) de La Laguna, ahora abandonada y pasto de graffittis muy interesantes y que recomendamos ir a visitar. Desde allí iniciamos el pedaleo sobre las 9am del sábado 26 con la primera parada para el café... ¡a los 2 kilómetros! Así somos, así lo vivimos. Primero la amistad y la diversión, luego el deporte. Continuamos por la vieja carretera de Tacoronte en dirección al Sauzal, bajando al pueblo y atajando hacia La Matanza por el barrio de Los Ángeles y su temible subida, aunque corta, dura. Desde el puente de La Matanza, en la autopista del norte continuamos por la vía de servicio inferior hasta La Victoria, donde ya sí subimos al pueblo para continuar hasta Santa Úrsula y entrar al Valle de La Orotava por el Mirador de Humbolt, donde tocó siguiente parada.

Buen ritmo y risas es la tónica general hasta el momento. Entramos a La Orotava para descender hasta la vía de servicio de El Mayorazgo y continuar por aquí hacia Los Realejos y San Juan de La Rambla donde hicimos la parada del bocadillo y la cerveza. Estábamos ya casi a mitad de ruta y era hora de un pequeño almuerzo ciclista. A saber, bocadillos. Aún improvisando se decidió no subir por Icod hacia El Tanque sino ir hacia Garachico y encarar los 9 kilómetros de Las Crucitas, para continuar luego con los últimos 11 kilómetros de subida hacia el Puerto de Erjos (a 1.117 metros de altitud) y terminar los últimos 3 kilómetros descendiendo a Santiago del Teide.

En Garachico hubo un pequeño incidente, gracias al destino sin mayores consecuencias para Gustavo y Jorge, que cayeron al suelo en la calle. La subida a La Crucita y luego hasta Erjos fue lenta para algunos, con una diferencia de casi una hora entre los primeros que llegaron arriba y los últimos. Sin embargo siempre fuimos un equipo y el apoyo mutuo, el respeto, el buen humor, las risas, las anécdotas y el excelente compañerismo fueron la tónica general.

Al llegar a Santiago del Teide, sobre las 6pm, tocó la visita de rigor a la Iglesia, dejar los trastos en el Pabellón de Deportes anexo y tirarnos como posesos sobre las cervezas que Ernesto nos trajo envueltas en hielo a la vez que cantábamos un emotivo cumpleaños-feliz a José Galván, al que esperamos que muy pronto se reincorpore a las pedaladas del Club. ¡Un lujo! Ducha, comentarios y a esperar a la paella y el quesillo que tan bien gestionó Fer, de Free Motion, que junto con Pedro, mecánico de la tienda, se habían unido al recorrido desde San Juan de La Rambla y nos alcanzaron en Erjos a un ritmo brutal. ¡Qué par de campeones!

Lo mejor del día, sin duda alguna, la gincana que Sergio, nuestro Presidente, organizó con unos cuantos colaboradores voluntarios para competir por un vuelo gratis con los parapentistas de Enminube.net, que ganó, obviamente, Yoel, realizando un recorrido per-fec-to, y quien corrió para Ariadna, que no podía participar. Lo segundo mejor del día, sin duda alguna, el equipo de ingenieros que intentaba montar la caseta de montaña con el momento cumbre de "no se puede, no podemos clavar los vientos al suelo". Risas y más risas. Aquí casi no descansa nadie. Por cierto... ¡nadie roncó!

La vuelta, domingo 27 de agosto

Para el regreso habían dos planes. Por el sur, realizando 140 kilómetros por la carretera vieja, desde Santiago del Teide hasta La Laguna. Una vía histórica que fue la primera en comunicar todo el sur de la isla con el área metropolitana y capitalina, con rincones históricos y paisajes preciosos. O realizar el camino inverso al del sábado, regresando por el norte, pero sin bajar a Garachico sino directamente por Icod de los Vinos, con lo que acortamos el recorrido a 75 kilómetros.

Por el sur se fueron cuatro valientes, Thais, Jorge, Vigil y Domingo. Marchando el resto por el norte. Después de los primeros kilómetros de subida desde Santiago del Teide hasta el Puerto de Erjos tocaron casi 20 kilómetros de bajar para una vez llegados a la Estación de El Mirador en San Juan de la Rambla marchar a buen ritmo hasta La Laguna sin mayores incidentes, eso sí con una parada en La Matanza para un pequeño almuerzo.

Conclusiones

Compañerismo, es lo primero y más destacable. Buen humor y risas (muchas), lo segundo. Más que un grupo de ciclistas pedaleando eran un grupo de amigos que, casualmente, pedaleaban juntos.

Hay que volver a mencionar que gracias a las tiendas y los tres míticos restaurantes de nuestros montes, la Terraza de Betty, el Bar de Las Lagunetas y el Bar de La Caldera, en La Orotava, recibimos regalos y premios que todos agradecimos y que recibimos en un divertido sorteo en el que a punto estuvo de sortearse la habitación de hotel de Gustavo. Al final pudo evitar que se la arrebatásemos.

Un camino diferente, no por monte sino por carretera, no con bicis de carretera sino con bicis de montaña. El sábado el norte de la isla se vistió de naranja y, como Club Ciclista, nos sentimos orgullosos de la vivencia, de nuestro equipo y de cómo lo experimentamos. Ahora toca, como no, el camino de 2018, que seguro nos deparará más anécdotas y aventuras. Esperamos que el próximo año, esta vez sí, pueda hacerse por montaña.