Una de las definiciones de la palabra afortunado es: que produce felicidad o resulta de ella. Bueno, pues también determina con claridad esta jornada. 

Este año queríamos seguir conociendo la isla, pero siendo conscientes de las múltiples opciones que nos ofrece y que no figuran en esas listas de “indispensables” de las que no somos muy partícipes… Se comentó con Sergio la idea de hacer algo de noche, disfrutando del cielo de la isla, de los contrastes… y en definitiva, del binomio Platochico/actividad física. Creímos que Guajara era una muy buena elección. Muchos ya habían ido y para otros sería novedad, incluso para Sario (que comentaba: “me encanta…, muy bonito…”), cosa que nos encantó compartir a la par.

No teníamos claro cuántos íbamos a ser en el pateo pero, j***der, cuando ves que se va sumando gente, que en principio no iban a venir… pues señores, eso mooola!

En los previos, consejos de Sergio 1000 y todos acertados, es más, llevamos allí ropa para montar un rastro… (Toma esto, déjame aquello, échate eso también…, guantes para todo cristo y… nuestra equipación Platochiquera reglamentaria, sin planchar, pero reglamentaria jejejeje.

El transcurso hasta el Alto de Guajara, simplemente espectacular. Relativamente cómodo si escoges el ritmo adecuado, disfrutando de los contrastes que nos iba regalando la puesta del sol, culturizándonos con los aportes del incombustible Domingo (otro que tampoco conoce y sabe cómo disfrutar de su isla…) y debatiendo con Sebas en modo << Sebas en estado puro >>, ¡un lujo vamos!

Una vez en el Alto de Guájara… pues… mmm… como lo diría… ehhhh… c**o que no me salía… SIN PALABRAS!!! J**er que colores, que estampa, que p*** pasada, con el Padre Teide sublime, mayestático como telón de fondo… j**er!!! Y ya para Súmmum, cuando decidimos echar un picoteo, de las mochilas de esta gente (ahora sé de quiénes cogió la inspiración Doraemon) empiezan a aparecer todos los ITOS/AS posibles: panitos, choricito, quesito, tortillita, zumito… yihaaaa.

Llegaba el turno del descenso, nos pertrechábamos cuales luciérnagas categoría PRO y a deleitarse con la bajada. Se hizo muy cómoda, parece ser que otros años estuvo más complicado el terreno pero de nuevo más sorpresas… pensaba que me vacilaban cuando decían: “ñoh, un cafelito estaría bien ahora…” y van lo sacan!!! , cafelito en un termo!!! P**os cracks, nivel PLATOCHICO y punto. El resto, como ya he dicho, un lujo: tajinastes a la luz de la luna, excelente compañía, risas, debate (muuuucho debate jejeje), en fin, las cosas que importan en la vida.

PD: no piensen que se acabó la ruta y cada uno para su casa… todavía hubo ganas de más y acabamos con un chocolatito con churos y… debate, más debate jejeje

Un abrazo gente y mil gracias por todo.