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Mi primer Triatlón TRI Santa Cruz 2014
El amigo Alfredo Pérez nos envía una crónica de su primer triatlón realizado el 9 de febrero de 2014 en la distancia olímpica. Desde esta web queremos agradecerle esta aportación, estoy seguro que a muchos de los que aún no nos hemos atrevido a realizarla nos servirá de ayuda para enfrentarnos a una prueba como esta.
Mi primer Triatlón – TRI Santa Cruz 2014.
Cuando pienso en lo que ha sido para mí, la realización de mi primera prueba de Triatlón Olímpico, las sensaciones que me vienen a la cabeza son: Disfrute, superación, alegría y sobre todo, “Un antes y un después”. Desde hace unos años me llamaba la atención las pruebas de triatlón, pero pensaba que no estaba a mi alcance o que no me gustaría hacerla porque el deporte de resistencia nunca ha sido mi fuerte. Me hablabas de correr 6 km. y me parecía un disparate. La cosa comenzó a cambiar cuando empecé a correr más a menudo y los tiempos corriendo, fueron avanzando. El nado no me asustaba tanto porque había realizado alguna travesía popular y la verdad es que me gusta bastante. En cuanto a la bicicleta…me crié encima de una y a no ser que quieras quedar de los primeros o el recorrido sea muy escarpado, en mi opinión, es lo más asequible.
Traté de embaucar a algunos amigos para realizar la prueba conmigo cuando quedaba 1 mes y medio para el gran día, que fue cuando decidí inscribirme, pero no hubo suerte. Al final estaba allí solito ante el peligro. Resultó ser lo mejor que me podía haber pasado. Para mí, la prueba fue una lucha contra mi cabeza, que me recordaba que esto no se me daba y al final le demostré, que sí podía con la prueba y sobre todo, con ella.
La prueba:
Tramo a nado: estaba tranquilo, y sabía que tenía que dejar salir a la gente de cabeza, así que me zambullí en el grupo de atrás con la intención de no tener problemas y no alcanzar patadas y demás. ERROR!! Los pasos por las boyas eran tan estrechos que en el grupo de atrás, también es muy complicado nadar y mantener tu ritmo. Yo llevaba un ritmo un poco más rápido que los de mi alrededor y entre tanta mano y tanto pie, el trayecto se hace complicado. Recuerdo pensar: “Relájate, que en cuanto menos te lo esperes, te estás subiendo a la bici” y así fue, después de tener que pararme en medio del camino por salírseme el gorro junto con las gafas y casi llevarme por delante una de las barcas fondeadas en el canal de salida, salí del agua rumbo a la transición, más zumbado que una maraca. Eso sí, sonriendo para la foto, al encontrarme a mi amigo Sergio Arafo, portando su cámara para inmortalizar el momento y animándome como si fuera a ganar.
Tramo de ciclismo: Aún pareciendo el más sencillo a priori, fue el tramo de la prueba en el que más puestos perdí. Mi ritmo era más alto que en mis entrenamientos, pero no lo suficiente como para engancharme a los grupos, que en algún caso iban haciendo un poco el cabra. Con todo esto, realicé el recorrido casi en solitario, soportando así un desgaste que podía haber equilibrado yendo en grupo o acompañado como la mayoría de competidores. La parte buena es que en cada vuelta recibía el apoyo de mi familia y amigos, que hace que las piernas vuelen.
Inicio de la carrera a pie: Comienza mi parte más temida como no podía ser peor. Mis piernas dicen que me estoy pasando y aparecen calambres en ambos bíceps femorales, primero el izquierdo y al poco el derecho. Tras pararme y estirar un poco reinicio la marcha a ritmo turista, recibiendo el apoyo de varios corredores y público. Esto me encantó puesto que en toda la prueba el ambiente deportivo y alegre podía respirarse en todas partes.
Llevé un planning de hidratación con pastillas isotónicas masticables, que se me quedó corto al perder varias y no me llegaron a la parte de la carrera. Me habían aconsejado que no tomara geles de marcas que no hubiese probado por si no me sentaban bien, pero llegados a este punto, decidí coger uno en un punto de avituallamiento y después de probarlo, me lo tomé junto con un poco de agua y fue como si me pusieran un motor nuevo. Vaya alivio!!
El recorrido constaba de dos vueltas y el primer giro se realizó 200m. más lejos de lo que yo esperaba y este pequeño tramo no planeado se me hizo inmenso. Después del último giro, en el que me quedaban 2 km. aproximadamente, la alegría me llenaba y no existía cansancio.
El momento de entrada en meta no lo olvidaré: Sonando la canción de Marc Anthony “Voy a reir! Voy a gozar!! Vivir! Vivir! A la la la lah!
Ya estaba allí! Lo había logrado!! Había tirado mis barreras!! Ya no hay excusa para ir a correr, nadar o rodar lo que haga falta!!
Si te pica el gusanillo, te animo a que lo pruebes porque la experiencia y lo que trae consigo es apasionante!
Gracias a mi familia y amigos, en especial a Sergio Arafo!
Comentarios
¡¡ Si señor !!, despues de
¡¡ Si señor !!, despues de leer esto algun día realizaré un triatlon y probablemente estaremos los dos en la linea de salida. Aún me queda la natación por dominar o por lo menos para salir del agua en condiciones óptimas para coger la bicicleta sin parecer un pato mareado, ja ja ja.
JEJEJE! No seas tan modesto
JEJEJE! No seas tan modesto que sabemos que estás a tope!
A ver si me animo y preparamos uno, aunque me queda mucho para llegar a tu ritmo. Un abrazote.