Subir la Pista Las Goteras es todo un reto físico. Pasa de una altitud de 1.100 metros en su punto más bajo y alcanza casi los 1.300 metros, en una distancia de apenas algo más de 2 kilómetros, con zonas muy cortas de fuertes pendientes que pueden superar el 40%.

¿Dónde está? 

La Pista Las Goteras transcurre, en sentido ascendente desde el mismo lugar o punto de partida de la Pista El Rayo y hasta la TF-24, muy cerca del sitio de Pico Las Flores donde aún se conserva un enorme mirador que contenía un monumento en honor a los caídos en la Guerra Civil, uno de los muchos vestigios y huellas militares de aquella época que pueden encontrarse en nuestros montes, para quien sepa mirar.

La pista, pues, está en el entorno de Las Raíces, que tantos secretos esconde, junto a la zona de la Finca del Cabildo, de hecho asciende de forma paralela a este espacio. Recorre una zona de explotación maderera de eucaliptus, que tan abundantes son aún desde aquí y hasta la zona alta de La Victoria.

¿Cómo es?

En invierno puede resultar peligroso su descenso dado que en la parte alta la humedad intensa convierte en una pista de patinaje sus primeras rampas. Aún en seco es una pista "que se deja querer" y en la que es fácil lanzarse a gran velocidad, pero tiene algunas curvas, en concreto dos, en sentido descendente, que pueden dar algún susto al biker más espabilado, así que mucho cuidado.

El terreno es firme y bastante limpio en todo su recorrido, con algunos badenes en la parte alta para desviar las aguas de escorrentías fuera de pista. Ojo con estos peraltes porque sin la técnica adecuada y a una velocidad alta pueden proyectarte fuera de la bici.

¿Qué permite?

Sobre todo si haces una ruta circular partiendo desde el sitio de Las Raíces, desde la Terraza de Betty por ejemplo, que termine en el sitio (y bar) de Las Lagunetas podrías bajar luego por diversas pistas paralelas a la TF-24 hasta llegar al Pico Las Flores y de ahí usar Las Goteras para enlazar con el Acebiñal y regresar. Es un recorrido muy interesante ya que mezcla un paisaje mixto donde el monte bajo se mezcla con las zarzas, nuestros pinos y los eucaliptus en una mezcla caótica muy propia de nuestra tierra. Puro mestizaje ambiental.

Además esconde el acceso a varios elementos no muy antiguos pero de tiempos franquistas, como el citado mirador. Y el acceso a diversos senderos, años bien cuidados y otros años absolutamente perdidos, que desembocan en sentido descendente en diversos puntos de la Pista El Acebiñal.

En resumen, un buen reto para medir tu potencia subiendo algunos tramos que son verdaderas paredes o una buena forma de terminar una ruta desde Las Lagunetas.