El domingo 23 de Marzo se celebró la primera prueba de la Copa Cabildo de Tenerife de ciclismo de carretera que discurría entre San Cristobal de La Laguna y Playa de San Juan en Guía de Isora. El recorrido que uniría dichas localidades se llevaría a cabo por el norte de la isla de Tenerife.

A las 8 de la mañana se daba la salida en La Laguna, zona de San Lázaro. Amaneció un día muy frío y con llovizna, tanto que no apetecía ni calentar, más bien estábamos ansiosos porque diesen la salida para poder entrar en calor y junto con la tensión, olvidar el crudo frío que los corredores estábamos sufriendo. Como componentes del Club Plato Chico nos dimos cita Angel, Airam y, quién suscribe, Iván. Por su parte, en las labores de apoyo contábamos con Richard, que había competido el día anterior en La Palma, y con Diego. Como es costumbre, se cumplió el horario militar de las carreras de carretera y a las 8 de la mañana ya estábamos rodando en la neutralizada hacia la autopista TF-5, en sentido norte.

Continuaba la lluvia y la neblina, por lo que había que extremar la precaución en el pelotón, hecho que aumenta la tensión y, por tanto, el desgaste físico y mental. En cuanto se pisó la TF-5, el ritmo que impuso el bloque del Loro Parque fue muy alto, no dando pie a relevos de bloques ni a relajarse a nadie, casi ni tiempo a beber ni comer, ya que la velocidad y las condiciones meteorológicas no eran las más apropiadas para esos menesteres.El paso por la TF-5 se puede resumir en acelerón tras acelerón, velocidades con agua de unos 75 km/h y un pelotón bastante fraccionado ya a la altura de los Realejos.Por suerte y con bastante sacrificio, Airam y yo conseguimos aguantar con el grupo principal en toda esa vía rápida. Por el contrario, Angel sufrió una incidencia técnica en su bicicleta que le obligó a abandonar pasado El Sauzal, salvando por poco una caída a alta velocidad. Algo más “relajado” el pelotón principal, se llegó a Icod de los Vinos, donde comenzaba el Puerto de montaña con final en Erjos. Desde mi posición pude apreciar el ataque de un componente del equipo BICISTAR y ver como avanzaba en esas primeras rampas, dos kilómetros muy duros, los más duros de todo ese puerto de 18 kilometros.

Llegados a ese punto y siendo conscientes del fuerte ritmo de la cabeza del grupo principal, es hora de coger nuestro ritmo e intentar ser constantes durante toda la ascensión. Después de unos 6 kilómetros complicados, conseguí contactar con Airam, que llevaba muy buenas piernas este día y que había bajado el ritmo a la espera de un grupo con el que subir. Durante todos esos kilómetros se formaron varios grupos: corredores descolgados, otros a los que cogíamos, otros que nos cogían…., ese momento en el que no sabes cuál es tu sitio en carrera.

Nuestro equipo de apoyo, Richard al volante y Diego, estaba presente en todo momento, pendientes de que no nos faltase de nada, mimándonos y animando sobremanera y de forma muy particular.Coronamos con muy mal tiempo y comenzamos el descenso hacia Santiago del Teide con mucho viento. Ese factor, unido al desconocimiento de la bajada, no nos permitió comer lo suficiente.

Pasado el cierre de control en el cruce de Las Manchas, nos encontramos con una encerrona de unos 3kilometros de subida exigente. Continuaba el viento, pero, por fortuna, salió el sol.

Una vez superada esta tachuela, afrontamos la rápida bajada de Arguayo, donde es mejor no mirar el velocímetro para no verte tentado a pisar el freno. De repente, neblina en la bajada y llovizna, pero salimos de ahí sin incidencias.

Ya “solo” nos quedaba terreno rodador y de mucho falso llano hasta la meta. Por fortuna, se nos unió Fran, del equipo PROBICIS, que venía desde atrás con aires renovados y con buen golpe de pedal. De esa manera, a Airam y a mí se nos juntaba alguien para trabajar a relevos, y tal fue el entendimiento entre los tres que fuimos cogiendo a algunos corredores que llevábamos por delante. Fran, conocedor de la zona sur, nos iba cantando todo el recorrido; información vital cuando las fuerzas escasean.

Por fin en Playa de San Juan…., y a “ciegas” y esperando las indicaciones de dirección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad llegamos a meta tras 103 kilómetros de bonito ciclismo.

Felicitar a todos los corredores, a nuestro equipo de apoyo y a los componentes del club que se dieron cita en la meta.