La sección Piñóngrande de Platochico organizó una ruta alternativa a los chicos fuertes del grupo y acogimos con todo gusto a aquellos que ya habían probado alguna ruta de iniciación. En la salida de El Palmar coincidimos todos, y allí mismo aprovechamos para la foto de rigor. 

En nuestro grupo éramos. Adela, Arianna, Lidia, César, Javier y yo (Domingo). Otra vez nos sorprendió Lidia, que  se encargó de guiarnos estupendamente por las pistas y senderos de esa costa tan agreste pero a la vez tan bonita. 

Salimos dirección el Faro de Punta La Rasca, luego nos dirigimos a Las Galletas, dónde Adela sufrió un pinchazo pero que César y Javier, como buenos caballeros se encargaron de arreglar muy rápido.

Ya cerca de la playa de las Galletas, por unas veredas un tanto complicadas por las piedras y cactus Arianna se metió un pencazo y nunca mejor dicho porque fue contra una penca. Por suerte, no tuvo consecuencias importantes, más que algunos picotazos, la verdad que a pesar de la caída hay que felicitarla porque lleva muy poco tiempo con la bici y aun así siguió de manera muy valiente el resto de la ruta. De Las Galletas nos dirigimos a través de Tembel hacia Montaña Amarilla y de allí por pistas hasta Amarilla Golf, una zona muy bonita porque pasas por unos paseos dónde tienes el verde césped de campo de golf y el mar al otro lado.

Dimos la vuelta, intentando no repetir algunos tramos, volvimos a Las Galletas dónde nos tomamos una merecida cerveza en el chiringuito de la playa. De ahí afrontamos el tramo final subiendo hacia el Fraile y entrando de nuevo en la zona de pistas y senderos y de ahí directos a El Palmar y los coches.

Luego, bañito, comida y algunos culminamos la tarde en un bar estilo Chill Out, ¡Qué más se puede pedir!

En resumen, una ruta genial a ritmos suave, disfrutando del paisaje y aun mejor, de la compañía.