Llevo muchos años montando en bicicleta, es parte de mi vida, es una extensión más de mi cuerpo, y aunque suene raro decirlo, forma parte de la familia. Cuando pasas tanto tiempo con ella... ríes, sufres, incluso en ocasiones lloras de dolor, de fatiga, de impotencia cuando no puedes más y quieres dejarla para siempre, pero al rato se te pasa y vuelves a las andadas. Por eso, hoy quiero hacer un llamamiento a toda la comunidad ciclista, ya sea de carretera, mtb, bmx, dh etc.